Son las mismas leyes que protegen a las personas con discapacidades las que discriminan y condenan a los homosexuales, mientras que Dios ama a todos Sus hijos por igual. El Señor es perfecto y no se equivoca. Así como permite a una persona con discapacidades nacer así (“―Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres? ―Ni él pecó, ni sus padres —respondió Jesús—, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida”. (Juan 9:2-3)), también permite que un alma nazca en el cuerpo del sexo opuesto para sufrir o para pagar por sus pecados, para que aprenda las lecciones de esta vida y pueda evolucionar espiritualmente y estar más cerca de Dios. Su alma gemela decide también nacer homosexual, aunque nazca en el sexo que le corresponde, solamente para poder estar con ella, a través del tiempo, porque son almas gemelas y se aman. Dios no solamente les permite, sino que les da Su bendición, para estar juntos en esta vida y que no sufran tanto, pues El es muy misericordioso y justo. Son los que odian y rechazan a los homosexuales los que pecan en contra de Dios.
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Junio 2023
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