El Centro Médico de la Universidad de Loma Linda compartió mi información médica privada sin mi autorización con mis enemigos que intentaron matarme para no dejarme servir a Dios. Estas personas han usado mi información médica para acusarme de delitos que nunca he cometido. Nunca he estado con nadie mientras tenía una condición no diagnosticada como declaran. Mi médico de enfermedades infecciosas que me diagnosticó por primera vez dijo que tenía una afección de la piel (dijo que era solo sequedad y me recomendó que usara loción) y me aseguró que no era contagiosa. Mis enemigos han estado accediendo a mi información médica sin mi consentimiento durante mucho tiempo. Incluso tuve que dejar de ver a mis psicólogos para protegerme de ellos (no los he visto en más de un año). ¿Por qué esperaron hasta ahora que mi médico de muchos años se ha retirado para acusarme de algo que no es cierto? Mi médico, el Dr. Harvey Elder, puede confirmarlo todo. Mis enemigos no solo han violado la ley al acceder a mis registros médicos privados sin mi autorización, sino que también me han difamado y han llevado a muchas personas por el mal camino. Sabemos que su información médica es personal y nos comprometemos a proteger la privacidad de la misma. Como paciente, la atención y el tratamiento que usted recibe se registra en un expediente médico. A fin de poder satisfacer mejor sus necesidades médicas, es posible que compartamos su expediente con los proveedores de atención médica que participan en su cuidado, esto con propósitos de tratamiento, cobranza y funciones operativas.
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Yo jamás he tratado de infectar a nadie a propósito de ninguna enfermedad. Siempre estoy haciendo el bien y por eso mis enemigos me atacan con malos pensamientos, para que me enferme y ya no pueda servir a Dios. Pero el tener malos pensamientos no significa que voy a ponerme a hacer el mal, sino todo lo contrario, luchamos por el amor de Dios y por la salvación de muchas almas en contra de Satanás.
Los hechos hablan por sí mismos. Millones de inocentes murieron, desde el 22 de junio de 2006, cuando el Señor les prohibió a mis enemigos que me hicieran daño, porque ellos se rebelaron en contra de Él y me atacaron para no dejarme servirlo. ¿No se horrorizan por tanta maldad? Cuando me recuperé de todo el daño que me hacían (aunque seguían haciéndome mucho daño y lo siguen haciendo hasta el día de hoy), tuve la fuerza para salvar a muchas vidas para la Santa Gloria del Señor. Ustedes han visto con sus propios ojos todos los milagros que el Señor me regala en Su infinita Misericordia y que les doy a ustedes para que sean muy felices, y saben que vengo de Dios porque brillo con Su Luz Bendita. Uno no puede ser bueno y hacer el mal, ni tampoco ser malo y hacer el bien. Pero si creen más en todas las mentiras de mis enemigos que en los propios hechos que dan testimonio de la verdad, ya no hay nada más que decirles, porque ustedes mismos fueron testigos de todos Sus milagros y ahora me juzgan a mí y niegan Su Santa Gloria.
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