La Gran Tenochtitlan
Solamente el amor incondicional de nuestra Madrecita
pudo conquistar nuestros corazones
Orgullosa de sí misma
se levanta la ciudad de México-Tenochtitlan.
Aquí nadie teme la muerte en la guerra.
Esta es nuestra gloria. Este es tu mandato.
¡Oh, Dador de la Vida!
Tenedlo presente, oh príncipes. No lo olvidéis.
¿Quién podrá sitiar a Tenochtitlan?
¿Quién podrá conmover los cimientos del cielo...?
- Poema Azteca
pudo conquistar nuestros corazones
Orgullosa de sí misma
se levanta la ciudad de México-Tenochtitlan.
Aquí nadie teme la muerte en la guerra.
Esta es nuestra gloria. Este es tu mandato.
¡Oh, Dador de la Vida!
Tenedlo presente, oh príncipes. No lo olvidéis.
¿Quién podrá sitiar a Tenochtitlan?
¿Quién podrá conmover los cimientos del cielo...?
- Poema Azteca
Los Europeos son Deslumbrados por su Belleza
Cuando vimos tantas ciudades y valles poblados
en el agua y en la tierra firme y otras grandes poblaciones,
nos quedamos admirados y decíamos que parecía a las cosas de encantamiento (...)
por las grandes torres y edificios que tenían dentro del agua y todos de cal y canto.
Y aun algunos de nuestros soldados decían que
¿si aquello que veían si era entre sueños? (...)
No sé como lo cuento, ver cosas nunca oídas, ni aún soñadas como veíamos.
-Bernal Díaz del Castillo
en el agua y en la tierra firme y otras grandes poblaciones,
nos quedamos admirados y decíamos que parecía a las cosas de encantamiento (...)
por las grandes torres y edificios que tenían dentro del agua y todos de cal y canto.
Y aun algunos de nuestros soldados decían que
¿si aquello que veían si era entre sueños? (...)
No sé como lo cuento, ver cosas nunca oídas, ni aún soñadas como veíamos.
-Bernal Díaz del Castillo