¿No les he dicho ya que pueden tomar todo lo que quieran del banquete del Señor y guardarlo para otro día?
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El Banquete de Bodas Amigo, ¿cómo entraste aquí sin el traje de boda? Átenlo de pies y manos, y échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes. Porque muchos son los invitados, pero pocos los escogidos”. (Mt 22:12-14) Cada vez que me enamoraba de un hombre y éste jugaba con mis sentimientos, me hacía mucho sufrir y terminaba cayendo en malas tentaciones. Yo sólo quería hacerlo el hombre más feliz del mundo y serle siempre fiel; prefería ver pornografía a estar con alguien más para no manchar nunca nuestro amor. Mientras tanto, él usaba mi amor para estar con otras personas y me juzgaba, mientras mis enemigos trataban de matarme. Con que razón dijo el Señor: “No juzgéis a nadie, para que nadie os juzgue a vosotros. Porque así como juzguéis se os juzgará, y con la medida que midáis a otros se os medirá”. (Mt 7:1) Al final, siempre acababa por matar mi amor puro, pues no me merecía.
No jueguen con los sentimientos de nadie, como no les gustaría que jugaran con ustedes. Sean siempre hombres buenos, como yo los imaginé, para que nunca sufran. Es muy triste cuando los almas se pierden, y más aún cuando se trata de alguien que amaste tanto. |
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